La disfunción sexual está presente en muchos más pacientes de lo que estamos acostumbrados a pensar. Muchas veces, estos signos de desgaste orgánico suelen pasar desapercibidos, y no llaman la atención en nuestros pacientes. Relacionan esta patología con situaciones esperables, como el cansancio o la edad. 

Pero si bien es cierto que estos factores influyen en el desarrollo de una vida sexual activa, también es cierto que cuando aparecen signos de disfunción sexual a temprana edad, podríamos estar hablando de algo más profundo a lo que deberíamos prestar atención.

La disfunción sexual puede ser abordada desde la Medicina Integrativa. Si pienso que el equilibrio metabólico lleva a que las funciones orgánicas gocen de perfecto equilibrio, entiendo también que el desbalance lleva a que estas manifestaciones clínicas aparezcan:

  • Pérdida de erección
  • Pérdida de la líbido
  • Sequedad vaginal
  • Falta de ganas

Todas estas condiciones clínicas hacen que se pierda la función sexual esperable para nuestra edad.

Las sociedades más longevas del mundo mantienen relaciones sexuales activas hasta los ochenta y cinco o incluso noventa años de edad. No solo porque tienen ganas, sino porque poseen órganos vitales óptimos que les permiten hacerlo. Y esto se debe a que gran parte de esta situación está mediada por funciones del organismo que deben mantenerse con calidad en el tiempo.

En la actualidad, se pueden observar muchas de estas alteraciones producto de un déficit hormonal o desbalances hormonales, generando en nuestros pacientes desórdenes que conducen, por ejemplo, a menopausias precoces o disfunciones sexuales a temprana edad. Por eso, en ROSÉ entendemos la importancia del abordaje integral del paciente, en busca de un equilibrio metabólico que lleve a tener una hermosa calidad de vida por la mayor cantidad de años posibles.

Aclaración

Todos los pacientes son diferentes y existen muchos tratamientos posibles. Por eso es necesario el diagnóstico profesional para poder diseñar un plan terapéutico.